H.M.C: Tema 3.-Liberalismo y nacionalismo

Liberalismo y nacionalismo

A finales del siglo XVIII, en 1789, la Revolución francesa nació de una profunda crisis del Estado absolutista y abrió una etapa de transformaciones en el continente europeo, que significaron el fin del Antiguo Régimen y el inicio de un ciclo revolucionario burgués.
Las revoluciones liberales burguesas comportaron el paso de un régimen monárquico absolutista, de una sociedad estamental y de una economía señorial, a un sistema político parlamentario y constitucional, a una nueva sociedad de clases bajo el predominio de la burguesía y a la aplicación de los principios del liberalismo económico.

Las ideas sembradas a partir de 1789, y que los éjercitos napoleónicos expandieron por Europa, germinaron a lo largo del siglo XIX. Aunque la derrota de Napoleón comportó la restauración del Antiguo Régimen, para la inmensa mayoría de los pueblos de Europa las ideas liberales no habían desaparecido.

En 1820, 1830 y 1848, diversas oleadas revolucionarias pugnaron por derrocar el absolutismo y el tradicionalismo, impuestos por el Congreso de Viena, e implantar sistemas políticos liberales. Además, el reconocimiento de la soberanía nacional y del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos alentó el nacionalismo y la lucha por la construcción de Estados nacionales. De la descomposición de los viejos imperios surgieron nuevas naciones como Italia y Alemania.